El poder está en manos de los hombres: el jefe de la tribu, el jefe de la tierra, los adivinos, los jefes tradicionales, etc.
El acceso a la tierra está reservado a los hombres. Las mujeres no pueden poseer tierras, fuente natural y generadora de ingresos. Se le puede prestar a lo sumo entre 100m2 y 200m2 de superficie para cultivo con el fin de asegurar la comida de la familia.
De hecho la mujer no puede heredar los bienes de su padre.
Las actividades de la sociedad están divididas en dos partes: la que pertenece al sexo masculino o al femenino.
Las mujeres son siempre las primeras en levantarse y las últimas en acostarse a causa de las múltiples tareas que le confiere la sociedad.
La mutilación genital femenina es una práctica que no tiene un origen religioso. El objetivo es mantener sujeta a la mujer sexualmente. Una parte de sus órganos sexuales son cortados sin anestesia con todas las consecuencias nefastas para su vida sexual posterior, su salud física, su traumatismo, incluso puede provocar su muerte si se le ha provocado una hemorragia.
En el próximo artículo, hablaremos de la escisión y de sus consecuencias, los trabajos relegados a las mujeres, la herencia; las acciones realizadas por el gobierno y la lucha de las asociaciones u organismos no gubernamentales contra estas formas de desigualdades.
Mme. Regine Zombra Présidente de l’Association catholique pour le développement socio-économique
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